Lo cierto es que la filmografía de Nora Ephron no es precisamente para echar cohetes.
Con títulos como 'Un día de locos', 'Tienes un e-mail', 'Combinación ganadora' o 'Embrujada', tan solo el film 'Algo para recordar' -y, ya a un nivel muy personal, 'Michael'-, merece ser rescatado de un carrera poblada de comedias románticas de bajo calibre. Quizá por ello 'Julie & Julia' resulte ser, sin lugar a dudas, el mejor film de la directora desde aquella segunda colaboración entre Tom Hanks y Meg Ryan, algo que, todo hay que decirlo, tampoco requería un esfuerzo en demasía excesivo.
Por su parte, el nuevo largometraje de Nora Ephron nos plantea un desenfadado viaje iniciático a través de la cocina, retratando entre cazos, sartenes y cantidades insanas de mantequilla la realización personal de dos mujeres separadas cincuenta años en el tiempo. Así pues, la directora de 'Algo para recordar' juega con habilidad las cartas de tan singular premisa inicial, dando al atávico y genérico mundo de la cocina un valor casi catártico para sus dos protagonistas.
De este modo, 'Julie & Julia' avanza unilateralmente mientras oscila de manera constante entre sus dos arcos argumentales, aplicando un especial énfasis en retratar los paralelismos entre el feminismo no activo de sus dos protagonistas. Con ello, nos encontramos con una tragicomedia más próxima a la risa que al drama, siendo el hiperbólico personaje de Meryl Streep quien acapara las sonrisas del espectador, mientras que las dudas de la escritora frustrada a la que da vida Amy Adams quedan mucho más distantes para el público, a pesar de ser, en teoría, mucho más afines a éste.
Con ello, 'Julie & Julia' resulta ser un producto disfrutable, jovial, cándido e inocente, a pesar de cojear en las algo baladíes crisis exitenciales del personaje al que encarna Amy Adams quien, a pesar de focalizar buena parte de los paradigmas de la mujer contemporánea, dista bastante de ofrecer una verdadera veracidad al icono al que pretende retratar.